Todas se refieren a los tipos, no a su definición; y mientras la lista crece en los adjetivos, el sustantivo se empequeñece.
Liderazgo participativo
Liderazgo positivo
Liderazgo coach
Liderazgo orientado a las personas
Liderazgo «laissez faire»
Liderazgo transaccional
Liderazgo ágil
Liderazgo transformacional
Liderazgo visionario
Liderazgo digital
Liderazgo situacional
Liderazgo resonante
Liderazgo carismático
Liderazgo humilde
Liderazgo sirviente
Liderazgo resiliente
Liderazgo DEI
Liderazgo sostenible…
Definimos el tipo, mediante una lista más o menos exhaustiva de descriptores, pero nos olvidamos definir lo sustantivo, y cada vez invertimos más recursos -tiempo, dinero, personas- en lo adjetivo, y dejamos de lado la causa principal de stress en los miembros de un equipo, responsable de hasta el 35% de los resultados de una organización, quien nos puede generar el compromiso necesario con la empresa…
Y ¿qué es el Liderazgo? No es una posición, no es un privilegio, no viene dado por la posición o naturaleza, no depende del dominio técnico o de la experiencia, no se da por «estar en el sitio correcto en el momento exacto», o por habilidades políticas; es:
«La habilidad de crear y desarrollar un equipo de alto rendimiento».
Un deporte de equipo, donde sólo el resultado del equipo nos dará la eficiencia de su Líder.
¿Construyes el desarrollo -y supervivencia- de tu organización desde lo adjetivo o desde lo sustantivo?
¿Qué opinas?
Pregúntanos sobre cómo, desde IAssessment, distribuidor autorizado de Hogan Assessments System, trabajamos este concepto.